viernes, 5 de octubre de 2007

SICKO: APLAUSOS PARA MICHAEL MOORE




El nuevo documental de Michael Moore, Sicko, se estrenó hace poco en Argentina y nos ‘interna’ en el sistema de salud de los Estados Unidos criticando de manera demoledora los seguros médicos y la industria farmacéutica yanki y la corrupción en el interior del gobierno norteamericano que posibilitó su implantación y vigencia.
Acusado de antipatriótico y traidor no sólo por éste sino también por sus anteriores documentales, se atreve en el film a comparar dicho sistema de salud con el de países como Canadá, Francia, Inglaterra y finalmente Cuba, sitio al que lleva sobrevivientes del 9/11 que no han sido atendidos como corresponde en su lugar de origen, y será en la patria de Fidel donde finalmente serán bien atendidos y en forma gratuita. Difícil imaginar un final más provocador para el imperio y, al mismo tiempo, otra mejor forma de garantizar la conmoción planetaria.
Pero no sólo se trata de un documental panfletario. Es un excelente film que el festival de Cannes aplaudió de pie: Michael Moore toma un tema aparentemente aburrido y sin mayor interés como el sistema de salud de un país y lo convierte en una comedia con algunos golpes de efectos dramáticos, no exentos de sensacionalismo, que se disfruta de principio a fin.
El propio Moore define su película como “una comedia acerca de los 45 millones de personas sin asistencia sanitaria en el país más rico del mundo… -surgida de las “historias de horror sobre la salud pública” que pidió le enviaran a su blog.
Pero además subyace, como en sus anteriores documentales, la manipulación informativa existente en los Estados Unidos de hoy que, como lo señala el mismísimo Michael Moore en un excelente reportaje del diario Página 12: “Yo ni siquiera creería las buenas cosas que se dicen de mí”.
Lo que tampoco uno puede creer al finalizar el film es que en el país mas poderoso del mundo exista tanto comercio con la salud y tanta indiferencia ante el dolor humano. Uno sale valorando nuestros médicos y hospitales públicos y no puede dejar de considerar un logro colectivo que en la nueva Constitución de Tucumán del año 2006 se haya incluido el siguiente artículo referido a la Salud: “El Estado reconoce la salud como derecho fundamental de la persona. Le compete el cuidado de la salud física, mental y social de las personas.
Es su obligación ineludible garantizar el derecho a la salud integral pública y gratuita a todos sus habitantes, sin distinción alguna, mediante la adopción de medidas preventivas, sanitarias y sociales adecuadas. La Provincia reserva para sí la potestad del poder de policía en materia de legislación y administración de salud.
Todas las personas tienen derecho a recibir atención médica en los hospitales y establecimientos públicos de salud. Si al momento de requerir el servicio, el ciudadano careciera de medios y no existiera capacidad asistencial por parte del Estado, éste deberá derivarlo a otros efectores sanitarios a costa del Estado provincial…”
Mientras tanto, ayer nomás, Bush vetó la extensión del plan de salud a millones de niños pobres de su país. Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, dijo que la acción de Bush representaba un "veto cruel". "Nunca ha resultado tan claro cuán distanciado está el presidente Bush de las prioridades del pueblo de Estados Unidos…"

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