jueves, 20 de enero de 2011

LA SOLUCION


Si los paises europeos en problemas querían una solución, ya la tienen:
"Yo estoy convencido de que con una combinación de las estrategias de "resistir", como lo están haciendo ahora, más una "reestructuración de la deuda" en los países con pocas posibilidades de recuperar la confianza inversora y, finalmente, un "europeísmo revitalizado" que los lleve a un mayor grado de integración fiscal y política, Europa no solo puede ser salvada, sino que volverá a jugar su papel de región ejemplar de paz y progreso como lo fue desde el final de la II Guerra Mundial. Sería un suicidio para Europa y una calamidad para el mundo que los países europeos que hoy sufren crisis trataran de conseguir una salida siguiendo "la estrategia argentina completa".

Hagan todo lo contrario de lo que les aconseja este tipo.

4 comentarios:

Norberto dijo...

Es evidente que el tiene mas autoridad intelectual y mas reconocimiento mundial que Krungman o Stiglitz (o no?, je je)
Abrazos

ram dijo...

No, por favor, no joda, ¿no se acuerda que afuera "se nos cagan de risa"?

Aldo Ulises Jarma dijo...

Norberto y Ram: si Lanata dijo el domingo pasado que "todos los políticos son iguales", se extiende un poquito más y dice en cualquier momento: "todos los economistas son iguales" y listo. Pero ojo, por ahí se les mezclan las frases y nos dice: "estoy harto que se nos caguen de risa"
Abrazo.

Che Genetic dijo...

Está claro en estos tiempos cómo habrán sido los procesos contra Rosas y contra Perón en el '50. La super transparencia de quiénes se cagan en el país.

Ninguno de esos dos procesos populares y sumando al de ahora usó fuerzas extranjeras para imponerse.

A Rosas le trajeron a los ingleses, franceses, uruguayos y brasileños. Hasta desfilaron por Buenos Aires y se llevaron banderas que hoy cuelgan en museos imperiales.

A Perón le tiraron con munición naval inglesa fresquita, recién pasada de barco a barco en alta mar. Y usaron a Uruguay de aguantadero, como tantas veces, como destino de su dinero negro en estas décadas.

Hoy, que golpean los cuarteles y no sale nadie, corren con la escupidera a la embajada de los EEUU. Todos civiles y soretes del derrotero nacional. Bandadas de hijos de puta.

Son los primeros que entregarían sus hijas en matrimonio, como en las invasiones inglesas, a los oficiales marines que ocupasen Buenos Aires.

Siempre ellos, los que nuestros libros de Historia citan ubicados en el siglo XIX como grandes comerciantes de Buenos Aires, los grandes empresarios de hoy.

Abrazo hasta Tucumán