martes, 15 de febrero de 2011

VENENO SIN PECADO


De regreso de mis vacaciones, llena mi cabeza de reflexiones macro sobre el acontecer político internacional, me doy con esta noticia que me vuelve a la realidad: los blogueros K llegaron al poder. Y nadie me dijo nada. Eso no se hace viejo... al fin y al cabo la revolución es un sueño eterno y, para peor, Luis Majul aun no terminó de editar sus fascículos sobre el kirchnerismo en la revista Noticias: creo que va en "la primera coima" o algo así, y a Leuco  no le dieron los tiempos para conseguir la entrevista exclusiva del "Momo" Venegas desde la cárcel. Y así, sin darnos cuenta (yo tampoco) los blogueros K llegamos al poder.
Pero nada de eso logró apartarme de mi decisión de hacer un post serio. Y me puse a traducir esto:

"Si adoptamos la teoría de los ciclos de acumulación capitalista, después de los 30 “años dorados” que siguieron a la segunda guerra mundial, las tasas de lucro por desarrollos productivos vienen cayendo cada vez más. Tomando como referencia las 500 mayores empresas, la revista Fortune muestra esta tendencia:
entre 1960 – 69: 7,15 %
entre 1980 – 90: 5,30 %
entre 1990 – 99: 2,29 %
entre 2000 – 02: 1,32 %
Y sin lucros en la producción, el capital se vuelca al casino financiero: buscan en la especulación lo que no consiguen con desarrollo productivo.
Hubo un momento, en 2008, en que los gobiernos adquirieron una parte significativa de los grandes bancos, pero ello no derivó en la estatización del sistema financiero. Por el contrario, el costo de esa “operación de rescate” comandada por los grandes bancos internacionales y operada por los gobiernos de los países industrializados es el desmembramiento del estado de bienestar social, construido para atender la presión de los movimientos sociales en los años 1960.
La amarga receta neoliberal no fue abandonada; por el contrario, se apuesta a recortar derechos jubilatorios, sociales y salarios casi en toda Europa. Como consecuencia del ajuste, el desempleo aumenta y los inmigrantes son criminalizados. Estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo señalan que, con la crisis de 2008, más de 200 millones de personas pasaron a engrosar los números de quienes viven por debajo de la línea de pobreza"
Eso lo cuenta Silvio Caccia Bava en su editorial para Le Monde Diplomatique Brasil
No sólo eso, después de la crisis de 2008, leo que Merrill Lynch – Capgemini estiman que el número de millonarios en el mundo creció un 17 % (hasta en Brasil crecieron un 12 %).
Todo ello explica mejor que nada las revueltas triunfantes en Túnez, Egipto y, las que a no dudarlo, vendrán en los próximos meses en países aun más desarrollados que éstos.
En gran parte, todo eso era inevitable cuando fracasó la propuesta que llevaron países como Argentina a la reunión del grupo de los 20: se hace indispensable una regulación financiera internacional que limite la especulación y ataque los paraísos fiscales.
No sé que dirán Roubini ni Paul Krugman: para mí estamos asistiendo a la crisis del imperio en su versión capitalista financiera en sus límites fronterizos: los del mundo árabe. Nadie imaginó que el resquebrajamiento comenzaría por allí y menos aun que fuera tan rápido.
La pregunta que hoy todos se hacen es si podrá detenerse el efecto dominó en Africa  y Medio Oriente y el efecto contagio entre las cada vez mayores legiones de desocupados europeos.
Todos saben que tienen el veneno, pero nadie quiere cometer el pecado de ser el próximo de la lista.
Y nadie hace nada.
Y los blogueros K siguen acumulando poder...

1 comentario:

Ricardo dijo...

Bienvenido, Aldo.

Interesante el planteo. Hace poco Obama alentó a los jóvenes iraníes a imitar lo que ocurre en Egipto. Sería loable si no hubieran estado siempre detrás de todos los regímenes que les eran funcionales. Ahora quiere colocarse a la vanguardia para que no sea tan obvio que la situación se le escapó de las manos.

Un abrazo.