El martes
anterior a las elecciones provinciales en Tucumán, el candidato de la alianza
opositora, José Cano, se encontraba en los estudios de TN (cosa extraña) con
los Leuco. Luego de las consabidas "preguntas" pase gol en el área
chica y sin arquero, Leuco
padre tuvo un extraño minuto de periodista en su pregunta final a Cano:
_
Con toda honestidad se lo digo Cano, TODAS las encuestas que tengo lo dan
ganador a Manzur. Que opina de eso?
Cano respondió
cualquier cosa menos sobre lo interrogado y fin del reportaje.
Y el resultado
de las elecciones vinieron a confirmar los número de Leuco, Haime y demás
encuestadores nacionales y provinciales.
Pero eso no es lo más grave. Lo grave es
que Cano y su troupe (fundamentalmente La Bancaria ) primero trataron de impedir por todos
los medios que se realizaran las elecciones (síntoma inequívoco que sabían que
perdían): primero fogoneando y alentando a los cañeros a cortar las rutas de la
provincia para crear un clima de caos (al asistir a un piquete, Macri llegó a decirles:
"les agradezco la protesta") y luego con todo el arsenal de planteos
judiciales ante jueces probadamente amigos, que llegó al éxtasis cuando
lograron cambiar la composición de la Junta Electoral en
la madrugada anterior al comicio. Todo bien republicano.
Es decir: la elección se realizó con la Junta Electoral
que ellos consideraban que les daba todas las garantías. Cuando votó la gente
dejó de gustarles la
Junta Electoral. Todo muy republicano.
Los delitos durante el comicio:
Lo más grave que ocurrió durante el
comicio fue la quema de 42 urnas. Es un dato conocido que en Sargento Moya las
quemó un candidato de Cano-Amaya y en San Pablo gente vinculada a candidatos
peronistas. Pero, en rigor, ambos casos son idénticos ¿Cómo? Así es. En ambos casos la quema de urnas
obedecen a cuestiones comarcanas. Es decir: lo que cometieron el delito no
tuvieron en vista ni remotamente la pelea por la gobernación sino sus propios
intereses como candidatos a Delegados Comunales que estaban siendo derrotados
por su "enemigo" comarcano. Así,
cuando le preguntaron a uno de los candidatos a Delegado Comunal de San Pablo
si las urnas podrían haberlas quemado los radicales, contestó: _ Imposible, en San Pablo no hay
radicales.
Eso son los argumentos más
"importantes" de los que se vale hoy Cano para pretender votar
nuevamente en la categoría gobernador.
Lamentablemente, en otras elecciones
también ocurrieron esas peleas comarcanas con quemas de urnas incluidas. Así,
en el año 2011 se quemaron urnas en las comunas de Alto Verde y El Chañar y
tuvieron que realizarse luego elecciones complementarias. No llegaron a TN esos
delitos en 2011 porque Cano estaba lejos de pelear la gobernación y Macri aún
más de pelear la presidencia. ¿Para qué gastar pólvora en chimangos?
Fraude y Feudalismo a la carta:
Con los número del comicio en la mano:
triunfo de la fórmula del FPV por 14 puntos y triunfando la oposición en 4
importantes intendencias: Capital, Concepción, Yerba Buena y Bella Vista, más
una interesante cosecha de legisladores, el candidato a gobernador derrotado
Cano optó por denunciar Fraude selectivo y a la carta: en las mismas urnas que
resultaban ganadores para intendentes se les había cometido fraude para la
categoría gobernador. Ridículo y caprichoso. Pero sobre todo irresponsable
plantear el fraude selectivo y a la carta.
Lo mismo ocurre con el feudalismo que
denuncian los porteños como un mantra en todo el norte argentino. Los
resultados muestran otra cosa: el supuesto aparato feudal de los intendentes
peronistas fue derrotado en la mayoría de las ciudades grandes: no sólo las que
ganó la oposición (Concepción, Yerba Buena y Bella Vista), sino que los
intendentes actuales perdieron en Las Talitas, en Monteros y Tafí Viejo, por
ejemplo. Al igual que con el fraude, hay feudalismo selectivo.
El caso de Tafí Viejo es especial, por el
triunfo de un amigo que en su momento me animó a abrir este blog. Un pionero
nacional de la cibermilitancia: @javier_noguera , que obtuvo un triunfazo en
contra de todos. Le deseo toda la suerte desde acá. Estoy convencido que hará
una gran gestión.
Deslegitimación y Represión:
Con los números adversos puestos, Cano y
Macri salieron a denunciar fraude y a deslegitimar el comicio. Ganancia a corto
plazo para ambos: Macri buscando afectar a Scioli en la pelea nacional y Cano
buscando evitar quedar como el gran derrotado tan pronto: retardar la licuación
de su poder. Sabe que mientras mantenga con vida el fantasma del fraude será
George Clooney para los medios porteños y pateará para más adelante ser el
"gallego" Cano en Tucumán. Cortoplacismo republicano.
Para eso tienen algo a favor: una clase
media capitalina muy similar en lo ideológico que la porteña: recordemos que fue esta misma clase
media tucumana la que entronizó a Bussi no hace mucho y protagonizó "gestas
heroicas" llenando plazas con, por ejemplo, la "marcha de las
escobas" convocada por el genocida Bussi como gesto simbólico de que
venían a barrer la corrupción peronista.
Hoy son los indignados por haber perdido: son los que no entienden cómo perdieron
si en su escuela ganaron 3 a
1 al abrirse las urnas, son
los que quieren que Alperovich y los K se vayan sí o sí después de 12 años
(ganar una elección es lo de menos: es
más, muchos reconocen en las redes sociales que por esa vía es casi imposible y
que hay que utilizar otras: caso asesor de Cano, por ejemplo) y, por último, el huevo de la serpiente: se
sienten superiores moralmente, lo cual les estaría dando un derecho adquirido a
gobernar. Lo dice el propio Cano permanentemente: somos nosotros los que
tenemos valores, los honestos. Y lo dice custodiado por La Bancaria , a los cuales
llevaron a la legislatura y en estos días llevaron adelante un escrache
fascista a Marianella Mirra. Toda una responsabilidad histórica que deberán
asumir estos seres superiores.
Y el correlato de ese pensamiento es
obvio: a los peronistas los votan los negros pobres que los compran con
cualquier cosa. No sólo lo dicen sus partidarios: lo dijo el propio Cano al día
siguiente de perder las PASO y trasladar las culpas al pueblo. Todo muy
republicano.
Lamentablemente, la policía tucumana no
tuvo mejor idea que responder a las provocaciones de ese día con represión.
Condenable y repudiable. Un error grave que legitimó sus protestas posteriores
y los victimizó para defender lo indefendible.
Escrutinio Definitivo y Voto Electrónico:
Las urnas ya escrutadas de Capital (y que
no habían entrado en el cómputo provisorio) demuestran que a la oposición le
será imposible descontar votos para dar vuelta la elección. Los números seguramente
serán muy similares a los del escrutinio provisorio. Y ellos lo saben
perfectamente. Sus fiscales (los que asisten al conteo definitivo) tienen la
orden de retrasar el escrutinio todo lo posible con planteos exóticos y nada
más. Por eso acuden al nuevo caballito de batalla: el voto electrónico como
solución a todos los males.
Este blog viene diciendo desde 2007 que el
voto electrónico no es solución de nada. Al contrario. Allí sostenía el mismo
argumento que luego sería la base de una sentencia de la Corte Alemana :
“la elección no puede ser
considerada un acto público, tal como la Constitución exige, a
menos que cualquier ciudadano pueda comprender cabalmente cómo funcionan todos
los pasos esenciales de la gestión de votos y determinación de los resultados,
y el correcto funcionamiento de la urna pueda ser comprobado, durante y después
de la elección, por cualquier persona sin conocimientos técnicos especiales”
Lo mismo sostuvo estos días el mismísimo diario La Nación.
Pero si eso pasa en el primer mundo,
imaginemos lo que sería Tucumán: Para cometer el delito de quema de urnas e
impedir la continuidad del proceso electoral deben acudir al tumulto, pasar por
arriba de policías, gendarmes y muy probablemente quedar detenidos. Y se
arriesgan. Con el voto electrónico les bastaría con cortar un cable a varias
cuadras de distancia de la escuela sin correr prácticamente ningún riesgo de
ser detenidos para interrumpir el comicio en alguna Comuna alejada de los
centros urbanos. Estaríamos facilitando los delitos electorales.
En fin… Tucumán demuestra que hay una
decisión clara tomada por la oposición para acudir a cualquier medio para
obtener el triunfo. Ya no les importa nada los medios utilizados para obtener
el fin. Un camino peligroso que sin duda pone en riesgo la democracia: la
jactancia en que incurren en estos días “de haber conseguido deslegitimar a los
ganadores” es una visión cortoplacista que sólo puede perjudicar a ellos mismos
a mediano plazo.