jueves, 7 de mayo de 2009

SOY UN GORILA INCURABLE


Hace poco reproduje el inolvidable post de Lucas Carrasco: "Soy un populista incurable". Ahora el blog "Burbujas con detergente" nos regala esta vuelta de tuerca a manera de homenaje:

"Soy un gorila incurable"
"Nunca ganaría una elección una fuerza política que siguiera mis consejos. Y es que, en el fondo, las fuerzas políticas que siguieron mis consejos llegaron siempre al poder sin ganar elecciones. Tengo la sospecha de que esa victoria brutal persigue cierto encanto, cierto poder oscuro donde late el deseo. El Deseo de la Verdad.

Pienso que una fuerza política que suba al palco a Cecilia, a Patti, el terror de la gente de los derechos humanos, que está dispuesto a balear peronistas por la espalda, me cae bien. Me cae bien que lo candidateen. Me cae bien una fuerza política que banque a Clarín y a los grandes multimedios, si es por defender la libertad de expresión, que sea recibida por Bergoglio, que reciba su bendición.

Me gusta ir a las marchas por el campo y ver a las señoras gordas y ricas de Barrio Norte tomando el té, me gusta mirar a los chacareros de Santa Fe Las ParejasGaseosasArmstrong, me caen bien -aunque extraños- los troskos del MST y el PO, me resulta agradable leer Perfil, acordarme de Videla, el 1 a 1, los viajes a Miami, la inserción en el Primer Mundo, el Teatro Colón de noche, Mauricio, Gabriela. Extraño a Cavallo, ese personaje con pinta de académico y sensibilidad para llorarle a una vieja jubilada recordando a su padre.

Me gustó que Solá haya votado de acuerdo a sus convicciones, y sí. Que Menem sea diputado, también. Que TN grabe a D´Elía pegando piñas, que no esté más el delincuente de Ginés, que se haya hundido en su mugre el discurso de los derechos humanos sólo para los terroristas.

Creo que estamos renaciendo de las cenizas. Ya veo las caras de los inteligentísimos avispados que, durante años y con gesto de yo te dije, nos hablaron de distribución del ingreso, de las masas en las calles, del proyecto político. Nos dijeron que somos unos estúpidos irremediables, que todo era volver al pasado, una fantasía. Bien, pasen, adelante. Yo soy así: lo disfruté. Pero si estuviera en Venezuela sería carmonista, si estuviera en Bolivia sería secesionista santacruceño, si estuviese en Ecuador sería opositor a Correa, si estuviese en Brasil elogiaría al obrerito por su política centrada en materia económica aunque renegaría de ese componente de negraje y esperaría la transición ordenada, si estuviese en Uruguay sería feliz y por eso mi casa de veraneo allí, y si estuviese en Chile elogiaría la estabilidad, el crecimiento y los carabineros. Soy un gorila irremediable. Y Lozano me parece un señor que actúa equivocado pero de acuerdo a sus convicciones.

¿Por qué nadie escribe sobre nosotros, nuestro ensayo, la parte que me toca por ser, también, de clase media-alta?, ¿por qué los que escriben sobre mí nunca me tienen en cuenta, por qué no detenerse en que yo no trabajo en el Estado, le pago bien, en negro pero bien, a mis empleados, compro más de tres diarios, escucho a Mozart y voy al cine y al teatro y a los actos del campo?

Qué extraña representación: un país donde todos tenemos el mandato de ser pobres para no sentir culpa, donde los empresarios no pueden producir. Un país dividido entre clases medias y kirchneristas, esos negros que, sí, viven de un plan social o trabajan en el Estado, para ser la fuerza de choque de este régimen dictatorial con camisas pardas en el Conurbano.

Tranquilos, ya nos está llegando el turno. Estamos acostumbrados a ser minoría y, así y todo, siempre llegamos al poder, porque además lo tenemos fácticamente. Ya nos llegará el turno de hacer un país serio, con derechas y derechas, con verdadera división de poderes. No desesperemos. Volverán las caras bonitas, basta de Moyanos y D´Elías, las citas de los negros a Scalabrini Ortíz dejarán de oírse, volverá el respeto por las instituciones, la lucha por la libertad y la dignidad y la Restauración de una nueva y mejor democracia, calificada, meritocrática. Liberar a los pobres clientelizados del Conurbano de su esclavitud electoral. Ellos deberán volver al rincón del que no debieron haber salido, a seguirnos asustando con la subversión atea, como hicieron siempre, amagando siempre con volver, siempre esa V debajo de esa P que insinúa un regreso. La turba de sindicalistas, el aluvión zoológico, los gordos del Conurbano, los pañuelos de las Viejas Locas de Plaza de Mayo, los negritos faloperos, los intelectuales pagos por el Gobierno, y los supuestos "sueltos", muchachos de clase media irrecuperables, que escuchan a Mozart y, en el fondo, por esa rebeldía de adolescentes tardíos, se encolumnan allí, contentos con que la canción de las clases medias no los incluya."

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